Además de los novios, en toda boda existen diferentes tipos de tareas para las personas más allegadas a la pareja.
Por ejemplo, los padrinos, quienes son los testigos del matrimonio, o la dama de honor, que cumple una función muy importante antes, durante y después del evento. Aunque nos parezca mentira, la dama de honor es uno de los roles más importantes de la organización de la boda.
La tradición nos dice que la primera dama de honor aguardará la llegada de la novia a la entrada de la iglesia para auxiliarla con el velo y la cola del vestido. Durante la ceremonia es la encargada de sujetar el ramo hasta la salida del cortejo, momento en el que volverá a entregárselo a la novia.
Este papel lo toma la mujer más cercana a la novia, que puede ser la prima, la hermana o la mejor amiga de la misma. Debe ser una persona de entera confianza, porque lo que hará la dama de honor será ayudar a la novia en la toma de decisiones acerca del vestido, la organización, las invitaciones, el peinado, la elección de los elementos de la decoración del local de la recepción y de la iglesia. En algunas culturas se suele escoger a más de una mujer para este papel y pueden ser dos, cuatro, siete, las que la novia desee.
La tradición indica que las damas de honor deberían ser, en la medida de lo posible, solteras y de edad próxima a la de la novia.
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