Es un día de muchos nervios y puede pasar cualquier cosa, simple y fácil de solucionar pero que si no se gestiona bien, se puede convertir en tediosa. Imagina, por ejemplo, que tienes pensado dar los regalos y detalles a los invitados durante el postre y cuando te dispones a buscar los regalos se han olvidado en casa. ¿Qué hacemos?
En primer lugar tranquilidad y vamos a actuar como si no se estuviera hundiendo el mundo y continuamos con eldesarrollo del evento y el momento de la entrega de los regalos se retrasará un poco, pero no pasa nada más.
Lo siguiente es enviar a alguien de confianza a buscar los regalos, un hermano, un amigo…. pero nunca nunca enviar al novio.
Durante este tiempo de ir y venir a buscar los regalos, que puede llevar perfectamente una hora, continuamos con el evento. No vamos a paralizar el evento, así que podemos pasarnos a saludar a los invitados mesa por mesa, preguntarles que tal ha estado la comida, si les ha gustado, si lo están pasando bien y decirles que antes de irse les daremos un pequeño detalle como recuerdo y que enseguida vamos a pasar al baile, como si nada.
Nadie tiene porqué saber que se te han olvidado los regalos, ni contarlo, ni dar muestras de tu nerviosismo, sino con una actitud resolutiva aportar soluciones rápidas como si eso fuera lo que has decidido.
Y de todas maneras, ninguno de los invitados se va a ir sin despedirse de los novios, así que puedes aprovechar ese momento de la despedida para darles el regalo en ese momento y subsanar el imprevisto.
La otra opción que puedes tomar, para nada recomendable, es esperar que lleguen los regalos. A menos que vivas al lado del lugar de celebraciones, una hora en ir y venir no te la quita nadie.
Solo hay 2 opciones: O tienes a los invitados esperando a empezar la barra libre, sentados en la mesa y viniéndose abajo y esperando no sé a qué o continúas con la barra libre y a en la despedida le da el regalito y las gracias por venir a los invitados. No te confundas, no te cargues la boda por un despiste. Saldrá perfecto.