Tiene su origen en la antigüedad, en el consentimiento que necesitaban las novias por parte de su padre para poder contraer matrimonio.
En la actualidad la pedida de mano es una reunión de las familias de los contrayentes unos días antes de la boda. Es una costumbre muy arraigada y tiene un gran significado para los novios y sus familias, ya que consiste en que el novio le pida permiso al padre de la novia para casarse con su hija.
La petición de mano no es una ceremonia en sí, si no más bien un acto protocolario anterior a la boda. En este acto se pretende formalizar socialmente la relación de los novios, adquirir el compromiso de contraer matrimonio y fijar la fecha de la futura boda. También se aprovecha la ocasión para presentar formalmente a las dos familias.
Lo normal es que se realice en la casa de de los padres de la novia, a la que acudirán el novio junto con sus padres y hermanos. En los postres se producirá un intercambio de regalos, tradicionalmente se suele regalar un reloj al novio y un anillo de compromiso o brazalete a la novia. Este momento se sellará con un brindis entre las familias por la felicidad de los futuros contrayentes.