La novia lució un vestido del diseñador Elie Saab color marfil en encaje y tul.
Una gran boda merece un gran vestido, y el matrimonio de Guillermo de Luxemburgo y Stéphanie de Lannoy no podía ser la excepción. El diseño usado por la ahora Gran Duquesa fue de una belleza tal que bien podría colocarse entre los más memorables de las bodas reales.
El vestido, confeccionado en encaje, tul y detallados bordados, tenía cuello tipo barco, manga francesa y cuatro metros de cola, que lució majestuosa en la foto oficial de los novios. Tanto las mangas como el pecho tenían una sutil transparencia. El velo de tul cubría la espalda descubierta y formaba parte del peinado, en un ingenioso recogido.
El diseñador libanés Elie Saab, conocido por sus confecciones delicadas, femeninas y muy sofisticadas. No por nada es favorito de celebridades, así como de miembros de la realeza. Fiel a su estilo con el vestido de Stéphanie logró el balance perfecto entre la elegancia que requiere una princesa, y la modernidad, indispensable en una `royal´ de estos tiempos.
La tiara, de diamantes y platino, pertenece a la familia de la novia e iba a juego con los aretes de perlas y diamante. El ramo de orquídeas blancas fue el complemento perfecto.
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