En un principio, la línea Madrid-Aranjuez fue considerada como un medio para el divertimento de la Corte, pero también sirvió para abastecer al mercado de Madrid de las frutas y hortalizas regadas por el río Tajo.
Fiel a su cita anual, el próximo 9 de mayo comienza la temporada 2010 del Tren de la Fresa, un ferrocarril histórico que cumple veintiseis años de existencia y que se ha convertido en un clásico del ocio y la cultura madrileños.
ANTECEDENTES
Se cumplen 26 años del primer viaje turístico realizado a través de la línea Madrid-Aranjuez, evocando los tiempos del segundo ferrocarril de la Península.
El Proyecto “Tren de la Fresa” surge por iniciativa del Ayuntamiento de Aranjuez, que con motivo de las Fiestas de la Primavera del año 1984, quiso organizar un acto especial para conmemorarlo; por otra parte ese mismo año de 1984 se cumplían 133 años de la inauguración de la línea Madrid-Aranjuez y el Museo del Ferrocarril abría sus puertas en la nueva sede de la antigua estación de Delicias, donde ya era posible la exhibición de material ferroviario en sus vías. Con tal motivo estas Instituciones: El Ayuntamiento de Aranjuez, Renfe y el Museo del Ferrocarril, se pusieron en contacto y entre las tres se materializó el mencionado proyecto.
HISTORIA
El Tren de la Fresa rememora la puesta en marcha del primer ferrocarril de la Comunidad de Madrid, que unió la capital con el Real Sitio de Aranjuez. Ese primer tramo de apenas cincuenta kilómetros era en realidad un planteamiento estratégico que nacía “buscando el mar” y que se pudo consolidar gracias al tesón y a la osadía de su promotor, el Marqués de Salamanca.
Hubo varios proyectos antes de realizarse el definitivo, auspiciado por el Marqués de Salamanca, y en todos se eligió Aranjuez como final de la línea porque en aquella época la Corte pasaba grandes temporadas allí y era cita de la aristocracia y de las gentes relacionadas con Palacio.
Las obras de la nueva línea se dieron por concluidas el 8 de febrero de 1851 y un día después se celebró su inauguración. La presentación en sociedad de tan magno acontecimiento se convirtió casi en una fiesta popular, dada la masiva asistencia de gente, con la Reina Isabel II y la plana mayor del Gobierno, con Bravo Murillo a la cabeza, quienes tras la celebración de una misa en la cabecera de la línea realizaron el viaje de ida y vuelta completo. Los actos se prolongaron durante todo el día con sendos banquetes en Madrid y Aranjuez.
CURIOSIDADES
En un principio, la línea Madrid-Aranjuez fue considerada como un medio para el divertimento de la Corte, pero también sirvió para abastecer al mercado de Madrid de las frutas y hortalizas regadas por el río Tajo.
Desde que comenzó a funcionar el servicio de esta segunda línea peninsular, contó con gran aceptación entre la población, fundamentalmente por el envío de los productos de la huerta ribereña a Madrid, destacando la emblemática fresa, producto por excelencia del Real Sitio que da nombre al Tren.
Por indicación del Marqués de Salamanca, se prolongó la vía desde la estación de Aranjuez hasta el Palacio, llegando hasta la puerta de Damas del patio y, cuenta la leyenda, que los últimos carriles eran de plata.
Antes del camino de hierro Madrid-Aranjuez, el desplazamiento duraba alrededor de seis o siete horas, con una única diligencia al día de no más de veinte viajeros. Después hubo tres trenes diarios con capacidad de hasta 690 personas, con una duración de hora y media aproximadamente.
ARANJUEZ
En el siglo XVI, al llegar al trono Felipe II, Aranjuez se convirtió en un Real Sitio donde estaba prohibido el asentamiento, como propiedad exclusiva del monarca. Se inició la construcción de palacios y jardines, en 1561, bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo y se levantaron varios edificios. Los sucesores de la Casa de los Austrias continuaron la obra. Se instalaron nuevas fuentes en el Jardín de la Isla y se levantaron templetes.
Con el cambio de dinastía y la llegada de los Borbones, el Real Sitio ofreció nuevos cambios. Felipe V lo convirtió en núcleo cortesano y se dieron los primeros pasos para engrandecerlo, con el Jardín del Parterre y varias edificaciones notables. Fernando VI encargó la realización definitiva del Palacio Real a Santiago Bonavía en 1747. Con los reinados de Carlos III y Carlos IV, Aranjuez alcanzó su máximo esplendor con nuevas reformas y construcciones como el Jardín del Príncipe y un embarcadero para la “Escuadra del Tajo”, formada por falúas, embarcaciones de recreo de los reyes, que surcaban el río; es entonces, en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando Francisco Sabatini amplía el Palacio Real.
En 1808, Aranjuez fue el marco del motín que lleva su nombre, que provocó la caída del ministro Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII. En 1835 deja de ser gobernado directamente por la Corona, estableciéndose a partir de entonces el gobierno municipal de los Ayuntamientos Constitucionales.
LA COMPOSICIÓN DEL TREN DE LA FRESA
1 Locomotora de vapor 141F-2111 “mikado”: Construida en 1952 por la North British en Glasgow, fue transportada en barco hasta Bilbao y entregada a RENFE en 1953. Remolcó todo tipo de trenes, destacando los expresos de Levante y Andalucía y terminó su vida activa en el depósito de Castejón de Ebro. Posteriormente realizó diversos viajes conmemorativos y en 1983 fue asignada a la colección del Museo del Ferrocarril. En 1984 realizó el primer viaje Madrid-Aranjuez del Tren de la Fresa y en el año 2000 fue cedida para su custodia y conservación a la Fundación de los Ferrocarriles de Galicia.
2 LOCOMOTORA DIÉSEL 2180: Las locomotoras 2100 de Alco pertenecen a una serie de ochenta locomotoras, fabricadas a partir de 1965, siendo ésta la última de la serie. La máquina, que pesa 111 toneladas, tiene una potencia de 1.250 kw. y alcanza una velocidad máxima de 120 km/h. Esta locomotora siempre forma parte de la composición del Tren de la Fresa.
3 LOCOMOTORA ELÉCTRICA 289-015: A partir de 1969 se incorporan al parque motor de Renfe cuarenta locomotoras de la serie 8900, ante la necesidad de ampliar el parque motor de locomotoras bitensión. Estas máquinas constituyen una evolución de las 7900, aunque con mayor peso y potencia (pesan 84 toneladas y desarrollan una potencia continua de 3100 kw.). Construidas por Mitsubishi, CAF y CENEMESA, fueron asignadas a los depósitos de Madrid-Príncipe Pío y Miranda de Ebro.
4 COCHES COSTA: Los coches “Costa” completan la composición del Tren de la Fresa y fueron construidos para los servicios de cercanías de la Compañía MZA entre 1914 y 1930. Se fabricaron de madera porque MZA consideraba los metálicos demasiado calurosos para ser utilizados en sus líneas costeras. Estos coches, que prestaron servicio fundamentalmente en la costa catalana, están montados sobre bogies, lo que fue un gran adelanto en su época, cuando casi todos los coches de cercanías eran de dos o tres ejes. Además, están dotados de plataformas abiertas con “balconcillo” en los extremos y cuentan con la posibilidad de intercirculación entre coches. Traían de origen freno continuo de vacío, calefacción de vapor y alumbrado de gas que posteriormente fue sustituido por alumbrado eléctrico.
5 FURGONES J 400.000: Los coches “Costa” están separados de la locomotora por dos furgones de los años 60, uno a cada extremo. Ambos pertenecen a la serie J 400.000, su estructura es de hierro laminado con paredes de madera de conglomerado, revestidas superficialmente con un chapado metálico. El uso de este tipo de furgones respondía al Reglamento de Circulación de Renfe, según el cual un coche de madera con servicio no podía circular con viajeros inmediatamente después de la locomotora.
Más información 902 22 88 22
www.museodelferrocarril.org