El maquillaje de la novia tiene que ser natural y luminoso, realzando los rasgos y disimulando las imperfecciones, potenciando la belleza de cada novia.
A la hora de realizar un maquillaje hay que tener en cuenta el vestido y el peinado. Si el vestido es en tono marfil o beige, escogeremos tonos cálidos, sin embargo si el vestido es blanco, podemos atrevernos con los tonos fríos. En cualquier caso hay que tener en cuenta los gustos de la novia y lo que más le favorezca.
Hay varios aspectos a tener en cuenta:
La iluminación: La luz solar es distinta en cada época del año.
La fotografía: Un buen maquillaje debe estar acorde con las exigencias fotográficas.
La duración: Hay que tener en cuenta la duración de la ceremonia y el banquete para conseguir que el maquillaje permanezca estable durante muchas horas, la fijación.
Truco: Lleva barra de labios y polvos sueltos para retocarte.
Consejo: Ponernos en manos de profesionales.