Es el accesorio blanco por omnipresencia, aunque es una prenda opcional, que depende de las preferencias de la novia.
Si te decides a llevarlo, puedes elegir entre varios:
Corto: Se usa para cubrir la cara mientras caminas hacia el altar y cuando llegue el momento del beso de los esposos se levantará y a partir de ese momento se usará sin que cubra el rostro.
Largo hasta el codo: Llega hasta la cintura o codo de la novia
Tipo cascada: Corto en la parte frontal y efecto ondulado en los lados
Capilla: Tiene el mismo largo que el vestido de la novia.
Catedral: Es de al menos 2 metros y medio de largo.
Mantilla: Suele tener encajes muy elaborados y al colocarse se deja el rostro despejado.
Recuerda que si lo escoges largo, debes poder quitarlo después para que no resulte molesto.
Sin duda, es un detalle que da distinción y glamour a las novias.
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