En los últimos años un ritual que se ha puesto muy de tendencia es el ritual de las velas. No tengo muy claro su origen, sin embargo su simbolización se basa en la unión del novio y de la novia en una sola persona, en el matrimonio. Se puede incluir dentro de la ceremonia religiosa, como dentro de la civil.
No existe un modo estándar de celebrar este tipo de ceremonia, aunque habitualmente tratándose de la ceremonia religiosa se realiza tras el intercambio de anillos, y en la boda civil: Bien tras el intercambio de anillos, bien tras el siguiente pronunciamiento del oficiante: “¿Consientes en contraer matrimonio con… ?”
¿En qué consiste?
Hay que poseer tres velas, una grande, y otras dos más pequeñas. Lo ideal para que no existan olvidos o bien interrupciones durante la ceremonia, es el encenderlas en el preciso momento en el que lleguéis a la Iglesia o bien donde oficiéis la boda civil (siempre primero el novio, y después la novia). Otras personas las encienden justo en el mismo momento reservado para ello, ya sea en la Iglesia o bien donde se oficie la boda civil. He observado en algunas parejas que ya poseen hijos, que si éstos no son muy mayores, son los que encienden las velas pequeñas; incluso hacer partícipes a los padrinos (el padrino es el encargado de encender la vela pequeña de la novia y la madrina la del novio. Tras haberlas encendido, se las ceden a los contrayentes, y éstos con sendas velas unen sus llamas en la vela del centro, en la grande).
Mientras tanto, en ese instante, el oficiante de la ceremonia puede decir unas palabras explicando en qué consiste el ritual, con una música de fondo; o bien en la Iglesia se puede tener una melodía reservada para ese momento.
Una vez encendida la vela grande, los contrayentes pueden decidir apagar sus respectivas velas individuales; o bien dejar las tres velas encendidas.
Una ceremonia civil tiene que ser en todo momento lo mas personalizada posible en función a las preferencias de los novios. Consulta oficiantedebodas@gmail.com para tu ceremonia civil.